Donó UACM libros infantiles a Centro Comunitario en Iztapalapa

En Milenio

Los cuentos infantiles son títulos editados por esa casa de estudios y están dirigidos a niños y niñas de seis y 12 años de edad, respectivamente.

México • La Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) donó una colección de libros infantiles, del escritor Medardo Landon Maza, al Centro Comunitario DIF Vicente Guerrero, en Iztapalapa.

Los títulos de las obras donadas son “Bajo la Colina” y “Bosque adentro”.

Los cuentos infantiles son títulos editados por esta casa de estudios y están dirigidos a niños y niñas de seis y 12 años de edad, respectivamente.

Maza Dueñas imparte la asignatura de creación literaria en el centro comunitario, dentro del Programa Niñ@s Talento, a cargo del DIF del Gobierno del Distrito Federal y, escribió las obras a lo largo de los ocho semestres de la licenciatura en la UACM.

“Bajo la colina”, dirigido al público de seis años, narra la historia de un duende que odiaba a los adultos porque lastiman a los animales, pero luego de un encuentro con una hada verde, poco a poco se le va quitando ese odio a las personas.

“Bosque adentro”, para público de 12 años, relata cómo el personaje Merywm mata a una araña y tiene que emprender un viaje dentro del bosque para encontrarle un hogar a los huevecillos de su víctima.

Dueñas atendió la Cuarta Convocatoria de Proyectos Estudiantiles que emitió la Coordinación de Servicios Estudiantiles de la UACM, en 2010, y presentó el proyecto “Cuentos de hadas para niños chilangos”, el cual se tradujo en la publicación de “Bajo la Colina” y “Bosque adentro”, que también formarán parte de las bibliotecas de los demás centros comunitarios del DIF, en el Distrito Federal.

En entrevista, Maza Dueñas señaló que estos libros se gestaron en sus estudios en la UACM, así como a partir de su trabajo con las niñas y niños talento y de sus anécdotas personales.

“A los seis años, mi primer pensamiento consciente es que estaba resentido con la humanidad por haber exterminado a los pájaros Dodo, los marinos ingleses les disparaban y eso me impactó, pero también quería vivir en una caja en mi jardín y me metía con sábanas en esa caja y aquí el personaje se mete debajo de la colina”, explicó el escritor.

“La otra es que de niño le tenía miedo a las arañas y ese miedo se convirtió en odio fácil; un día torturé a una araña, y aquí el protagonista mata a una araña y tiene que llevar los huevecillos bosque adentro. Es un viaje iniciático, pero también de cómo termina enfrentándose a sí mismo, derrotando su repulsión por las arañas”, comentó.

Además Maza Dueñas apuntó que, contrario a lo que algunos piensan, los libros infantiles no son sólo para niños, y un ejemplo emblemático de ello es “El Principito”, pues cuando un adulto lo lee queda transformado por esa experiencia y, al mismo tiempo, tiene una sencillez que permite que un pequeño lo lea.

“Lo más importante entre el libro y cualquier lector es que tiene que haber un feliz encuentro, y esto se hace cada vez más difícil porque en las librerías están tres meses en exhibición, los quitan o los cambian y un libro necesita más tiempo para encontrar a su lector; puede haber grandes libros que no les interese a los lectores”, precisó.

“El lector tiene el derecho de decir ‘este libro no me gustó’ y no debe sentirse avergonzado porque no lo termine”, afirmó el cuentista.

También añadió que la lectura brinda libertad, “porque le muestra al lector que su universo no es lo que lo rodea, sino que es muchísimo más amplio y al ser más amplio, se da cuenta que no está circunscrito a lo que es un lugar muy chiquito y esa capacidad lo lleva a la crítica y ésta, a su vez, lo lleva a la libertad”.

En el evento, las y los niños Talento estudiantes de la asignatura de Creación Literaria presentaron los trabajos realizados durante el año, entre ellos la puesta de la obra de teatro “12 botargas en altamar”, un libro-objeto y dio lectura a los poemas que escribieron.

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