En la conferencia inaugural del Foro de Economía y Cultura, ante un auditorio pequeño pero abarrotado, el economista Ernesto Piedras fue claro y conciso al aseverar: “Si ustedes piden más recursos para la cultura y llegan diciendo que es porque es ‘el alma del pueblo’ ‘el corazón espiritual del país’ nadie les va a hacer caso, pero si les hablan en su idioma y afirman que la cultura genera empleos, divisas y una parte importante del Producto Interno Bruto, entonces los escucharán”.
De alguna manera, la conferencia de Piedras se dedicó a proporcionar esos números y argumentos necesarios para destacar la importancia económica de la cultura, pero también para denunciar que, aun siendo un sector económico de primer orden, no recibe la atención, el reconocimiento y el apoyo que merece.
Mejor apuesta que el petróleo
El Foro de Economía y Cultura, que sigue este miércoles y jueves, es organizado por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y por la UNAM, así que buena parte del público estaba formado por estudiantes, pero también asistieron profesores de diversas materias y muchos gestores culturales.
Así que, a fin de tener un lenguaje común, Piedras comenzó por definir términos económicos. Y ya desde ahí, resaltaba la importancia de la cultura.
Por ejemplo, el “desarrollo”, que no depende nada más del crecimiento económico –explicó el ponente- sino de la distribución que éste tenga en la población.
Podemos decir que el desarrollo depende del crecimiento económico y del bienestar de la población, donde influyen la salud, la educación y, claro, la cultura.
“Como factor de desarrollo, entonces, la cultura es magnífico, pues genera tanto valor económico como bienestar. Tal vez deberíamos apostar por ese factor en lugar del petróleo, que no genera bienestar, que tiene efectos colaterales como la contaminación y que, la verdad, no ha funcionado”.
Productividad superavitaria
“No quiero ser malinchista”, dijo Piedras antes de poner ejemplos de países donde a la creatividad y la cultura (“la gastronomía, los monumentos, las artes plásticas, la literatura”) tienen un lugar importante en las economías nacionales, “y aquí no las vemos como un sector económico”.
Con datos del INEGI, Piedras calculó que las actividades culturales aportaron el 6.7 % del PIB de 1996 y el 7.3% del de 2003.
“Sí –admitió el ponente-, es como hacer, no economía cultural, sino arqueología de la economía cultural, pero el INEGI hace mediciones quinquenales y luego se tarda tres años en dar a conocer los resultados. A finales de este 2011 vamos hacer una nueva estimación con los datos del 2008.
“Sin duda habría que mejorar el proceso porque se toman decisiones vitales a partir de estadísticas viejas”, comentó.
De las cifras de 1996 y 2003 más que concluir que hay un mayor aporte de la cultura al PIB, habría que resaltar que creció notablemente el aporte estimado de la “economía sombra”, la informal y que no se puede medir (piratería y descargas ilegales), que habría pasado de 1% a 2.2%, mientras que la parte formal habría disminuido de 5.7% a 5.1.
Otra cifra que Piedras destacó fue la de los 1.5 millones de empleos formales que tienen que ver con la cultura, que representan el 3.6% de la población económicamente activa.
“Así que dedicarse al arte y la cultura no es de vagos, como tal vez les han dicho en su casa, los trabajadores de la cultura son el doble de productivos”, dijo. “Pero a la fecha no tiene un reconocimiento tan elemental como el derecho a la seguridad social”.
No cabe duda de que, con esos y otros elementos, el panorama planteado por Ernesto Piedras es bastante oscuro, pero a él no le cabe duda de que actividades como el Foro de Economía y Cultura contribuirán a aclararlo.
http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2011/09/06/economia-nacional-deberia-interesarle-cultura
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