Durante poco más de tres horas de discusión en el plantel Casa Libertad, se escucharon posturas a favor y en contra de la rectora quien, de acuerdo con la orden del día, entregaría un diagnóstico de la universidad y la propuesta de festejo por el décimo aniversario de la institución.
Sin embargo, siete consejeros académicos y seis estudiantes, que apoyaban la revocación de mandato de la rectora, abandonaron la sesión, por lo que no hubo quórum para continuar y la sesión tuvo que ser suspendida.
Insistieron en que se discutiera la destitución de Orozco luego de presentar las firmas de 3 mil integrantes de la comunidad universitaria, pero el tema no estaba contemplado en la orden del día.
El documento firmado deberá ser revisado por el contralor y el Consejo Universitario, aunque representa una proporción menor en comparación con los 12 mil 980 estudiantes y los 800 académicos y 920 administrativos.
Existe la posibilidad de que se pueda aprobar en otra sesión del consejo la discusión del tema de la revocación de mandato.
Por otra parte, la rectora Esther Orozco presentará el diagnóstico de la universidad en las siete sedes e iniciará el próximo lunes en Casa Libertad.
“Receta fallida”
La rectora Esther Orozco firmó un desplegado en el que hizo una severa crítica a la institución a la que calificó como “una receta fallida” y exhortaba a replantearse el rumbo de la universidad.
Ayer aseguró que eso no es una descalificación. “El único calificativo es la esperanza, soy incapaz de agraviar a los jóvenes, ellos son la respuesta a la crisis que vive el país de desempleo, de simulación, las universidades tienen que ser el espacio en este país para acabar con la simulación”.
Reconoció que existe una crisis en la universidad, pero “no demasiado profunda, pero la vamos a poder resolver entre todos. Estamos sumando a estudiantes y profesores para que opinen sobre lo que está sucediendo”.
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